Samuel Moncada se estrenó como canciller de Venezuela rechazando la falta de solidaridad mundial, y en particular hemisférica, por el caso de un helicóptero que sobrevoló Caracas el 27 de junio y lanzó bombas sonoras contra el Tribunal Supremo de Justicia. Expertos afirmaron que este funcionario mantiene la tendencia de acentuar la desprofesionalización del Ministerio de Relaciones Exteriores y que seguirá la línea pugnaz y de verbo afilado de su predecesora, Delcy Rodríguez.

“¿Dónde está el valor moral para defender a los inocentes que ayer pudieron morir? (…) Esperamos la reacción de muchos países que se preocupan por la lucha contra el terrorismo. ¿Cómo se explica que se condenen unos hechos, pero no se condenen otros? ¿Cómo llamamos a estos principios que se doblan, de plastilina, de gelatina, que se nos quieren aplicar con una ‘dureza’ en ciertos casos y en otros se ignora? ¿Cómo podemos creer en estos países que un día condenan y creen que tienen altos principios y al otro día fingen demencia, y se callan? ¿La vida de los ciudadanos del centro de Caracas no les importa?”, denunció el ministro en rueda de prensa en la que atacó directamente a países como España, Italia, Canadá y México.

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El canciller de Venezuela, Samuel Moncada, denunció el 28 de junio la falta de solidaridad mundial con Venezuela no rechazar hecho con el helicóptero. Cortesía MRE

Moncada fue designado en el cargo por el presidente Nicolás Maduro el  21 de junio. Antes del nombramiento era vicecanciller para América del Norte y embajador permanente alterno ante la Organización de Estados Americanos (OEA). “Le he planteado que asuma la Cancillería para mantener el combate de la verdad de nuestra patria en el mundo”, agregó el mandatario ese día.

Este hombre es historiador de la Universidad Central de Venezuela (UCV). El 5 de julio de 2000 fue orador de orden de los actos por la independencia de Venezuela. El portal Universia asegura que a partir de allí hizo algunas asesorías a la Vicepresidencia de la República. Entre 2004 y 2006 fue ministro de Educación Superior y director de la Escuela de Historia de la UCV.

No tenía experiencia diplomática hasta que lo nombraron embajador ante el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. En 2009 recibió el premio “Diplomático del año del continente americano 2009”, que entrega la revista inglesa Diplomat.

Pasó luego a ser jefe de la misión de Venezuela ante la Organización Naciones Unidas (ONU). Se convirtió en vicecanciller para Europa en 2016 y un año después en viceministro de Relaciones Exteriores para América del Norte y jefe de misión ante la OEA, donde intentó sin éxito de evitar que la crisis del país se abordara en sesiones del Consejo Permanente de la organización y luego en la reunión de cancilleres celebrada en mayo y junio.

Este historiador debe seguir impulsando la llamada diplomacia bolivariana de paz y enfrentar el creciente aislamiento regional (Suramérica) y hemisférico de Venezuela; el debilitamiento de la petrodiplomacia y la pérdida de influencia en el Caribe; las críticas a la gestión del Gobierno desde organismos internacionales y la pérdida de simpatía en la Unión Europea. Además, debe lograr en los próximos 6 meses avances en la solución pacífica de la controversia por el territorio Esequibo y las áreas marinas y submarinas que su proyección genera para evitar que el mecanismo de buenos oficios muera y el caso termine en la Corte Internacional de Justicia.

El exembajador venezolano Enrique Ter Horst intentó ser optimista con la designación de Moncada. “Es inteligente. Ojalá su nombramiento signifique también un cambio de política hacia la racionalidad. No sé si es un moderado, ni siquiera si es un demócrata; ojalá lo sea”, indicó.

Carlos Luna, politólogo y experto en Relaciones Internacionales, alertó que el nombramiento evidencia que no hay apego a la profesionalización de la carrera diplomática. “Está allí porque es una persona de confianza de Maduro. Lo escogieron por razones ideológicas. Parece que no hay interés por un Ministerio profesional”, agregó.

El internacionalista Eloy Torres calificó el ascenso de Moncada a la Cancillería como una “huida hacia delante”. “Es un poco mejor que la anterior funcionaria, aunque no se puede esperar mucho más. Hará solo lo que el presidente diga”, advirtió.

“¿Qué podemos esperar de él? Es una persona sin preparación diplomática, aunque ha ejercido funciones de este tipo. Se ha visto en sus últimas comparecencias en la OEA que tiene el mismo o peor talante que la excanciller. Las expectativas no son positivas, sino que siga los pasos que le dicten los asesores del gobierno, con una tónica agresiva, radical y confrontacional”, señaló la internacionalista María Teresa Romero.

El exembajador venezolano Óscar Hernández evitó declarar sobre una persona cuyo perfil desconoce. “Puedo afirmar que la diplomacia es un oficio a cualquier nivel y necesita gente debidamente preparada. Creo que actuará como militante de un partido más que un estadista porque desconoce las relaciones internacionales. El tema no es la ideología que profeses sino la solidez de las herramientas con las que cuentes. Si actúas como militante terminas como un portavoz de ideas, que busca conflicto”, expresó.

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La excanciller de Venezuela Delcy Rodríguez durante su participación en la reuniónde cancilleres de la OEA en junio en Cancún, México

Balance. Delcy Rodríguez dejó su cargo para participar como candidata a la asamblea nacional constituyente. Estuvo al frente de la llamada diplomacia bolivariana de paz desde finales de 2014. Sustituyó al expresidente de PDVSA Rafael Ramírez.

Desde esa tribuna trató de defender al Gobierno de Maduro de las críticas mundiales crecientes por su actuar a lo interno y externo. Lideró al país cuando ocupó por dos años un puesto de miembro rotativo del Consejo de Seguridad de la ONU en representación de América Latina y el Caribe. Alcanzó la presidencia del Movimiento de los Países no Alineados y vio el cambio de signo político en América del Sur  el consiguiente aislamiento del Ejecutivo.

Protagonizó últimamente roces con todos los Gobiernos que han expresado algunas críticas hacia las ejecutorias de Venezuela y ha llevado la negociación sobre la reclamación del Esequibo. Su línea argumental ha sido que Caracas y Maduro son víctimas de una conspiración regional liderada por el imperio (Estados Unidos) que tiene como objetivo el fin de la revolución bolivariana y el del progresismo o la izquierda.

Se le recordará como la canciller que ordenó la salida del país de la OEA y que recibió la decisión del Mercosur de cesar los derechos de Venezuela a ser miembro de ese esquema de integración.

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El excanciller de Venezuela cuando rechazó decisiones del Mercosur contra el país. Archivo

Se retira, además, concretando un proceso de jubilación de personal diplomático y administrativo de experiencia.

“Me aparto de mis responsabilidades como canciller y por amor a Venezuela me incorporo como candidata a la asamblea nacional constituyente. Invito a los gobiernos que tienen puentes de comunicación con sectores opositores en Venezuela para que los convoquen desde la adversidad y la diversidad política a participar en esta única salida democrática y constitucional”, expresó ante la asamblea general de la OEA celebrada en México, después de repartir insultos a los países que criticaron o expresaron preocupación por la crisis política, económica, social y humanitaria que vive el país.

“Delcy encarnaba la actitud desafiante, soberbia, autosuficiente, represiva. Le hizo daño a la imagen del régimen. Los cancilleres, si no tienen peso político propio, son ejecutores de instrucciones que reciben de los que sí lo tienen. Su última actuación en la OEA al torcer el brazo a Grenada, Suriname, Barbados y Trinidad y Tobago e impedir una resolución que igual no tardará mucho en aprobarse fue un buen momento para salir de ella o para que renunciara”, expresó Ter Horst.

“El dueño de un club de fútbol no cambia a su entrenador si ha obtenido éxitos. Ella no ha sido exitosa. Basta ver que antes de su llegada el Gobierno tenía muchos apoyos y aliados regionales y los bloques Alba y PetroCaribe eran fuertes. Ahora cuentan con unos cuantos países del Caribe más Ecuador, Nicaragua, Bolivia y El Salvador. Su ida a la constituyente es como un paso a una misión menor”, expresó Luna.

“Rodríguez es corresponsable del deterioro agresivo y rápido de la política exterior de Venezuela, caracterizada por un lenguaje escatológico y pugnaz que realmente no representa al país”, indicó Torres.

“Ella ha actuado de una manera visceral y con gran resentimiento. Ha atacado con el verbo a otros países. Su actitud no ha sido nada positiva para la diplomacia que representa ni mucho menos para los intereses del país”, aseveró Hernández.

“El balance de Rodríguez es negativo para los intereses de la nación. Para los intereses del gobierno de Maduro quizás es bueno, porque les dio una política exterior que continúa el proyecto de forma radical y confrontacional”, expresó Romero.

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